Relicitación Ruta Santiago-Los Vilos: los profundos cambios que evalúa el gobierno
Junto al diseño de un nuevo túnel La Calavera y terceras pistas, el anteproyecto de ingeniería también deberá abordar la implementación de un nuevo sistema de cobro por recorrido efectuado mediante un esquema de pórticos de tag cada 10 kilómetros.
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Es una de las carreteras más transitadas del país. El tramo Santiago-Los Vilos de la Ruta 5 Norte se encuentra operando bajo el régimen de concesión por cerca de dos décadas y su plazo se extingue en marzo de 2023. Como parte del futuro concurso para la relicitación de la autopista –que está programada para el primer semestre de 2022 y que considera una inversión de US$ 515 millones- la Dirección de Concesiones del MOP realizará una consultoría, que tendrá un costo de $ 2.027 millones
"Las altas tasas de crecimiento del parque automotriz y del flujo vehicular local ha generado que la capacidad de la ruta (de 218 kilómetros de extensión) se haya visto superada en varios sectores, disminuyendo notablemente sus niveles de servicio", dice las bases del concurso de la consultoría que ya fue aprobado por Contraloría.
"Resulta necesario complementar la infraestructura existente, aumentar su capacidad y mejorar el nivel de servicio de la actual concesión (...) tanto para los usuarios como para los sectores residenciales que existen en torno a la ruta", se añade.
El consultor que gana el concurso deberá realizar un exhaustivo diagnóstico de la actual concesión, así como propuestas para aumentar la capacidad de la carretera, lo que concluirá en un anteproyecto de ingeniería que formará parte de los antecedentes a incluir en la futura relicitación.
En específico, según las bases de la consultoría, se exigió proponer mejoras a las conexiones de la Ruta 5 con las autopistas concesionadas: radial Nororiente, Ruta 60 CH, Nogales Puchuncaví y Túnel El Melón. También se solicitó proyectar ampliaciones de capacidad de la carretera a través de la implementación de terceras pistas o una calzada de dos pistas la que se emplazará, en los sectores posibles, de forma paralela y adyacente al camino actual. Junto a esto, se pidió proyectar la implementación de un nuevo túnel adyacente a los existentes en el sector de La Calavera.
Además, el consultor deberá considerar la incorporación de tecnología de cobro (telepeaje) en modalidad free flow (flujo libre) con pórticos ubicados cada 10 kilómetros, aproximadamente, según se especificó en las bases de la licitación de la consultoría.
De esta manera, y de incorporarse esta forma de cobro, los usuarios pagarían por tramos utilizados de la carretera, similar a lo que ocurre con las autopistas urbanas. Este cambio en el modelo de cobro (que reemplazaría a las tradicionales plazas de peaje) ya se implementó en la relicitación de la Ruta 5 Tramo Talca-Chillán y se espera que se sume a futuro en todas las nuevas concesiones de autopistas interurbanas.
Velocidad máxima
El MOP recalcó que uno de sus objetivos en la relicitación de la Ruta 5 Santiago-Los Vilos es mejorar el estándar de la autopista y las vías alternativas. Por esto, se requirió mejorar el estándar de las calles de servicio, considerando una velocidad promedio de proyecto de 60 kilómetros por hora. Además, se pidió estudiar una solución en el sector urbano de la actual carretera (Santiago-Lampa), y una completa mejora de calles de servicios y/o ampliación de calzadas entre Hijuelas-La Calera-Nogales y El Melón.
Respecto a la autopista propiamente tal, se pidió mejorar la velocidad de circulación de la ruta rectificando aquellos sectores del trazado que actualmente son restrictivos, considerando una velocidad de proyecto de 120 kilómetros por hora, salvo excepciones bajo condiciones restrictivas autorizadas por el inspector fiscal.
Junto a esto, se pidió proponer la rehabilitación de los puentes que presenten una condición estructural y una capacidad operacional para, al menos, 30 años más, así como mejorar el estado de los pavimentos existentes.
Pero no es todo, pues se solicitó estudiar las deficiencias en el sistema de iluminación que posee la actual concesión e incorporar nuevos sectores a iluminar, uniformar las bermas exteriores a 2,5 metros de ancho, salvo casos excepcionales, reemplazar todo el sistema de seguridad vial y mejorar la forma que se atiende a los usuarios de la carretera, entre otros ítems.